Soles
Cualquier fenómeno celeste real que se presente ante la vista de nuestros ojos o de los lentes de la NASA como el recién visto en los cielos de China, nos estará indicando que algo trascendente se aproxima a nuestro planeta tierra. Tal vez los últimos grandes terremotos de Chile y de Japón, así como los tsunamis, erupciones volcánicas, tornados, etc., tengan alguna relación con esta y otras apariciones vistas en el cielo. De hecho, las mareas tienen una estrecha relación con las fases de la luna.
Antes y después de que se escribieran (1.600 a.C.) los primeros textos de lo que hoy conocemos como la Biblia, civilizaciones antiguas como la Mesopotámica y la Maya respectivamente se referían a fenómenos como el recién visto en China. Las evidencias se conservan en los escritos desenterrados en esas regiones del planeta. Pues, bien, en la Biblia aunque no se habla exactamente de dos soles o dos lunas, que fue lo que aparentemente se vio como un espejismo en el oriente asiático, no obstante si se refiere al sol, a la luna y a las estrellas, para decirnos que al final de los tiempos estos astros nos enviarían a los mortales señales a fin de que nos preparemos para el gran acontecimiento final.
La NASA no asegura que este fenómeno visto en los cielos de China sean dos soles o dos lunas, pero en cambio si certifica que en el 2005 se descubrió un nuevo planeta rodeado de estrellas, que pareciera se aproxima al nuestro aunque se sospecha que gira en torno a otra orbita, motivo por el que podría estarse proyectando como un espectro sobre nuestro cielo. De allí que algunos “profetas” del presente siglo se apoyen en la astronomía moderna para vaticinar fenómenos capturados de antemano por la ciencia. De tal manera que esos profetas menores no nos están diciendo nada que no sepamos a no ser especular con las fechas, ya que hasta de las consecuencias que se deriven de esos fenómenos naturales, la Biblia y otros libros sagrados y videntes como Nostradamus, lo anunciaron en su tiempo.
Ahora bien, del nuevo planeta o del nuevo cielo y la nueva tierra sin mar como la describe Juan en el libro del Apocalipsis, se nos habla en la Biblia, por lo que dispondríamos de un planeta sustituto en caso de una hecatombe mundial. Ah, pero de acuerdo a la Biblia el nuevo planeta donde no habrá muerte, ni llanto ni dolor, esta reservado para los escogidos que reinaran con Cristo por 1000 años, tiempo suficiente para reeducar la especie humana. El patriarca Job (2000 a.C) decía que los muertos no se levantarán de sus lechos hasta que no haya nuevo cielo [y nueva tierra]. Y, Jesús aseguró que el cielo y la tierra pasarán, pero que Sus palabras permanecerían. Así que, los que logren escapar del fin de mundo, tal vez puedan habitar ese nuevo planeta que será regido por leyes divinas y gobernado por ángeles y por los santos resucitados.
fuente: Por Carlos E MéndezMayo 26, 2011
Un Sol que tiene un sistema “gemelo”,
está a 127 años luz de la tierra.
La estrella HD 10180, que se encuentra a una distancia de 127 años luz de
la Tierra en la constelación austral de Hydra, tiene tantos planetas como los
que giran alrededor del Sol. Así lo ha revelado el análisis de datos del
espectrógrafo HARPS recabados en 2010.
Fruto de este el análisis el astrofísico finlandés Mikko Tuomi ha
desmontado el modelo anterior que establecía la existencia de cinco planetas (o
siete, de acuerdo a otros estudios) alrededor de la estrella HD 10180. Según
él, son nueve planetas de este sistema.
Los tamaños de los primeros cinco (HD 10180 C, D, E, F y G), cuya
existencia no se pone en duda, son equivalentes al tamaño del Neptuno. El peso
del sexto planeta supera en 65 veces el peso de la Tierra. Sin embargo, el
investigador señala que todavía resulta prematuro hablar de la existencia de
vida en al menos uno de esos planetas. Esa hipótesis una gran inversión de
tiempo y de recursos, antepone Tuomi.
Entretanto, Shawn Domagal-Goldman, especialista en biología de
exoplanetas de la NASA, anunció que en dos años, gracias con la ayuda de las
nuevas tecnologías los astrónomos podrán encontrar un planeta parecido a la
Tierra, con un tamaño similar y que orbite en una zona habitable, aquella donde
las temperaturas permiten el desarrollo de la vida.
fuente: espaciencias.
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