No importa cuán oscura sea la noche, espero el alba, y aquéllos que viven en el día esperan la noche. Por tanto, regocíjate, y mantente íntegro, si puedes, y devuelve amor por amor.
Giordano Bruno
Valles
Marineris (en latín Valles del Mariner) es el nombre de un gigantesco sistema
de cañones que recorre el ecuador del planeta Marte justo al Este de la región
de Tharsis. Su nombre es un homenaje a la sonda de la NASA Mariner 9, que
descubrió este importante rasgo de la superficie marciana en su vuelo orbital
de 1971-1972. Sus dimensiones son de 4.500 km de longitud, 200 km de anchura, y
11 km de profundidad máxima, llegando a cubrir un cuarto de la circunferencia
ecuatorial del planeta. Es, en comparación, diez veces más largo, siete veces
más ancho y siete veces más profundo que el Gran Cañón de Arizona, lo cual lo
convierte en la hendidura más grande de todas las conocidas en el Sistema
Solar.
El sistema
de cañones de Valles Marineris comienza en la región denominada Noctis
Labyrinthus, dando paso hacia el Este a las zonas nombradas como Tithonium
Chasma, Ius Chasma, Melas Chasma, Candor Chasma, Ophir Chasma, Coprates Chasma,
Hebes Chasma, Ganges Chasma y Eos Chasma, para finalizar desembocando a través
de canales de desagüe, excavados en un terreno caótico, en las llanuras del
hemisferio norte. Muchos especialistas opinan que Valles Marineris es una
gigantesca falla tectónica en la superficie marciana, formada durante el
proceso de enfriamiento del planeta, afectada por la elevación de la corteza
que supuso el surgimiento del abultamiento de Tharsis al Oeste, y aumentada por
los procesos erosivos. Sin embargo, cerca de los bordes orientales del cañón se
aprecian varios canales que pudieron haber sido originados por cursos de agua o
dióxido de carbono.
Origen.
Han existido varias teorías diferentes sobre el
origen de Valles Marineris que han cambiado con el paso del tiempo. Antes de la
exploración de la sonda espacial Vikingo o de los telescopios actuales de gran
rango, la idea de partida era que se trataba de canales (entendidos como obras
de ingeniería artificiales), excavados por formas de vida inteligentes para
tratar de salvar su desértico y moribundo planeta, si bien el principal
obstáculo que encuentra esta idea es que, hasta la fecha, no se han encontrado
evidencias de vida en Marte.
Desde 1970 se han señalado otras causas para el
origen de esta estructura, gracias a los avances exploratorios logrados
mediante el uso de sondas y de telescopios cada vez más sofisticados, y que han
permitido abandonar la interpretación de estas estructuras como obras
artificiales, evidenciando ser en verdad accidentes geográficos. El origen del
sistema de cañones de Valles Marineris ha de buscarse por tanto en causas
naturales, siendo las primeras en ser señaladas la acción erosiva del agua
líquida o la actividad termokárstica, que consiste en la fusión del permafrost
que pudiera existir bajo el suelo marciano, al igual que sucede en las regiones
de clima glacial de la Tierra. En Marte la actividad termokárstica sería un
fenómeno más probable que la erosión por agua fluyente, cuya presencia actual
en el planeta se vería impedida tanto por la baja presión atmosférica
existente, siendo tan sólo un 0,05% de la terrestre, como por el bajo rango de
temperaturas reinantes en la superficie (entre -36 y -125 °C), situado por
debajo del punto triple del agua.
Entre otras hipótesis para su origen destacan la
propuesta por McCauley en 1972, quien sugería que el cañón se formó por la
retirada del magma existente bajo la superficie, o la de Tanaka y Golombek,
quienes en 1989 ya apuntaban a una posible fractura por tensiones en la corteza
como causa principal. En la actualidad, la teoría más aceptada es la que expone
que Valles Marineris es en verdad una falla tectónica, similar a la del Gran
Valle del Rift de la Tierra, y posteriormente agrandada por la erosión y los
derrumbes sucesivos de los muros de falla. Una prueba de esta erosión,
propuesta por Nick Hoffman, quedaría evidenciada por la descompresión del
importante acuífero de dióxido de carbono de Noctis Labyrinthus, donde se halla
acumulado en estado sólido y que tras pasar a un estado fluido, puede viajar a
gran velocidad a través de la delgada atmósfera de Marte.
La
interpretación de Valles Marineris como un gran valle de falla permitiría
vincular su origen con el del vecino abultamiento de Tharsis, formado desde el
Noeico hasta el Hespérico tardío.