La nube de Oort.
En 1950 el astrónomo holandés Jan Oort, basado en
cuidadosos estudios orbitales y análisis estadísticos de las trayectorias de
los cometas, formuló una hipótesis, hoy comúnmente aceptada, según la cual, los
núcleos de los cometas de largo periodo proceden de una nube esférica que rodea
el Sistema solar mas allá de la órbita de Plutón, desde unas 30.000 Unidades
astronómicas has unos 3 años luz.
Estos objetos se habrían formado en las primeras
fases de acrección del Sistema Solar en las proximidades del Sol, pero habrían
sido expelidos hacia sus confines por el efecto de las fuerzas de la gravedad.
Los que no escaparon totalmente a éstas habrían formado la nube de Oort.
Algunos de los objetos de esta nube, a causa de la
iteración con alguna estrella próxima, serían impulsados de cuando en cuando en
dirección al Sol, hacia el cual se desplazarían en un viaje de cientos de miles
de años hasta que se comenzase a alterar su órbita por el efecto de la gravedad
de los grandes planetas Júpiter y Saturno, de manera que algunos se transforman
en cometas de largo periodo, aunque otros después de su paso por el Sistema
Solar cercano pueden perderse para siempre en el espacio exterior.
Se estima, sin que se tengan datos que corroboren
estas hipótesis, que existen en la nube de Oort más de un billón de objetos de
diámetro pequeño, cuya masa total puede ser equivalente a la del planeta
Júpiter
MÁS……
Las órbitas de los cometas muestran una amplia gama
de tamaños, inclinaciones y excentricidades. En el pasado se dividió a los
cometas en dos grupos basados en su período orbital: los cometas de largo
período, con períodos superiores a 200 años, y los cometas de corto período,
con tiempos inferiores.
Los cometas de largo período poseen dos
particularidades destacables. La primera es que sus órbitas se concentran
mayormente en tamaños muy grandes. La segunda es que su irrupción en la región
de los planetas es isotrópica, es decir, que no existe una dirección
preferencial. Además, el 50% de los cometas de largo período son retrógrados,
lo cual es consistente con que su distribución sea aleatoria.
Era una creencia bastante general que los cometas
provenían del espacio interestelar o que orbitaban las estrellas a muy gran
distancia de ellas, y que las perturbaciones gravitatorias podían provocar
incluso que algunos pudieran ser capturados por estrellas vecinas. Sin embargo,
en 1950 el astrónomo holandés Jan Oort hizo notar lo siguiente:
a) No había sido observado ningún cometa que
indicara que provenía del espacio interestelar.
b) Los cometas que se adentraban en el sistema
solar deberían sufrir perturbaciones por parte de los planetas, principalmente
Júpiter, hallando que éstas eran mayores que el pico de cometas de largo
período. Esto significaba que muchos entraban en el sistema solar por primera
vez, pues de lo contrario sus órbitas ya habrían sido modificadas por las
perturbaciones gravitatorias de los grandes planetas.
c) Las órbitas de los cometas de largo período
tenían una acusada tendencia a que sus afelios se situaran hacia las 50.000 UA.
d) Los cometas no provenían de alguna dirección
preferencial.
A partir de estos hechos propuso que los cometas provienen
de una amplia nube externa en los confines del sistema solar. A esta nube, con
el tiempo, fue denominada nube de Oort. Estadísticamente se calcula que puede
haber un billón (1.000.000.000.000) de cometas, aunque es una pura
especulación; nadie a podido observar dicha nube y mucho menos los objetos que
pueda poseer.
La nube de Oort puede contener una fracción
importante de la masa del sistema solar, tal vez superior a la de Júpiter,
aunque es una simple especulación. Se piensa que puede ser una especie de globo
que envuelve al sistema solar y la hipótesis más aceptada es que está
constituida por escombros del sistema solar. En efecto, en sus orígenes el Sol
estaba rodeado por una nube de gas y polvo, a partir de la cual se formaron
infinidad de planetésimos y, por agregación de los mismos, los planetas. Parte
de estos planetésimos sufrieron grandes alteraciones orbitales como
consecuencia de sus encuentros con cuerpos de gran masa (los proto-planetas) y
de esta forma adquirieron largas órbitas casi parabólicas y quedaron
"almacenados" en la nube de Oort, a una distancia media de un año luz
donde aunque débil, la influencia gravitatoria del Sol sigue siendo aún
dominante respecto a la de las estrellas más cercanas.
Un punto oscuro a la teoría de la nube de Oort es
que al principio se ha indicado que los afelios de la mayoría de cometas de
largo período parecen situarse hacia las 50.000 UA. Si los cuerpos que
constituyen la nube de Oort son los que escaparon del sistema solar, cabría
esperar que se hubieran esparcido a muy distintas distancias, en vez de quedar
confinados mayoritariamente en una banda aproximadamente a la misma distancia
del Sol.
Curiosamente, los objetos que constituyen la nube
de Oort parece que se formaron más próximos al Sol que no el propio cinturón de
Kuiper. En efecto, los pequeños cuerpos que se formaron cerca de los planetas
pudieron haber sido arrojados fuera del sistema solar a causa de los encuentros
gravitacionales y han sido desarrollados varios modelos que lo explican
bastante satisfactoriamente. Los que fueron expulsados pudieron constituir la
nube de Oort, en tanto que los que los más alejados de los planetas, al no
sufrir tales interacciones, permanecieron en el cinturón de Kuiper.
Nube de oort
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