La nave secreta de la Unión Soviética
La Unión Soviética llegó a fabricar y lanzar cuatro
tipos de naves capaces de transportar seres humanos al espacio. Las primeras
fueron las míticas Vostok y sus variantes, las Vosjod. Después llegarían las
robustas Soyuz, aún en servicio. En los años 80 se introdujo el sistema Burán,
un gran transbordador espacial que sólo llegaría a volar en una ocasión y sin
tripulación. Sin embargo, la cuarta nave sigue siendo una desconocida para la
mayoría del público. Esta es la historia de la nave de Cheloméi.
De izquierda a derecha: Serguéi
Koroliov, Vasili Mishin, Valentin Glushko y Vladímir Cheloméi.
La
estrella de Cheloméi
En 1960,
Vladímir Nikoláievich Cheloméi entraría a formar parte del selecto grupo de
ingenieros responsables del programa espacial soviético de la mano de Nikita
Jruschov. Su oficina de diseño, la OKB-52, pronto dejaría de ser un oscuro
instituto de investigación especializado en la construcción de misiles de
crucero para convertirse en todo un imperio aeroespacial a golpe de decreto.
Puede que la intención del líder soviético fuese romper el monopolio en temas
espaciales que ejercía la oficina OKB-1 del gran Serguéi Koroliov. O quizás
sólo quería echarle una mano a su hijo, por entonces ingeniero de la OKB-52.
Quién sabe. En cualquier caso, Cheloméi pronto pasaría a la acción proponiendo
todo un programa espacial paralelo al de Koroliov. Cohetes gigantes, estaciones
espaciales, raketoplanos… cualquier cosa parecía posible para el ambicioso
Cheloméi.
LK-1 y LK-700.
El 3 de
agosto de 1964 Cheloméi lograría su primera gran victoria frente a Koroliov.
Ese día, Jruschov decidió entregar sin previo aviso el programa de sobrevuelo
lunar L1 de la OKB-1 para entregárselo a la OKB-52. Cierto es que el programa
L1 de Koroliov preveía hasta seis lanzamientos de cohetes derivados del R-7
Semyorka para mandar una nave Soyuz alrededor de nuestro satélite, mientras que
la propuesta de Cheloméi sólo necesitaba un lanzamiento de su nuevo y flamante
lanzador pesado, el Protón (UR-500K / 8K82K). El proyecto se denominaría LK-1
(Lunni Korabl/Лунный Корабль, “nave lunar”) y tendría como objetivo enviar un
cosmonauta a la Luna antes de 1967, a tiempo para celebrar así el 50º
aniversario de la Revolución Socialista de Octubre.
Maqueta
de la nave lunar LK-1 de Cheloméi (Novosti Kosmonavtiki).
El diseño de la LK-1 era muy similar a la Apolo
norteamericana, consistente en una pequeña cápsula cónica y un módulo de
servicio. La cápsula, denominada simplemente “aparato de retorno”, VA
(Vozvraschaemi Apparat / Возвращаемый Аппарат), sería la primera incursión de
la OKB-52 en el diseño de un vehículo de este tipo. La masa de la LK-1 no
superaría las cuatro toneladas, mientras que su diámetro máximo sería de 2,511
metros. La OKB-52 llevó a cabo innumerables pruebas para encontrar la forma
óptima para la VA y que fuese capaz de soportar las temperaturas de una
reentrada atmosférica a velocidades superiores a los 11 km/s, la “velocidad de
escape” terrestre. Las características aerodinámicas de la VA serían superiores
a las de la cápsula de la Soyuz (SA), cuya forma de campana estaba dictada por
la necesidad de maximizar su volumen interno.
Pero la LK-1 no llegaría muy lejos. A finales de
1964 Jruschov es apartado del poder y Cheloméi pierde su principal apoyo
político. Aunque se mantendrá como una de las grandes oficinas del programa
espacial, ya nada volverá a ser lo mismo para la OKB-52. De entrada, el
programa LK-1 es cancelado y devuelto a la oficina de Koroliov. La OKB-1
decidirá mantener el Protón como lanzador principal del proyecto, pero
sustituyendo la LK-1 por una nave Soyuz modificada (7K-L1), conocida en
Occidente bajo el sobrenombre de Zond.
Cheloméi no tira la toalla y propone en 1964 un
programa de vuelo tripulado a la superficie lunar usando el cohete gigante
UR-700. El proyecto sería una competencia directa al programa de alunizaje
N1-L3 de Koroliov, en teoría el único que contaba con la autorización del
gobierno soviético. Según los planes de la OKB-52 (por entonces renombrada
TsKBM), el UR-700 mandaría a la Luna una nave LK-3 en una trayectoria directa,
sin necesidad de pasar por la órbita terrestre o la lunar. La LK-3 pronto daría
paso a la LK-700, más masiva. Ambos vehículos emplearían el mismo diseño de
cápsula VA ideado para la LK-1, pero ampliado para soportar una tripulación de
dos cosmonautas. La masa de la nave en la superficie lunar superaría las 17
toneladas (frente a las 15 toneladas del módulo lunar del Apolo), aunque la VA
tendría una masa de sólo 3,1 toneladas al aterrizar (el módulo de mando del
Apolo pesaba 5,3 toneladas una vez finalizada la misión). Lamentablemente, el
programa UR-700/LK-700 jamás pasó de la fase de diseño previo y Cheloméi se
quedó, una vez más, sin la posibilidad de mandar un hombre al espacio.
Proyecto Almaz: OPS, TKS y VA.
A mediados de los años 60, mientras trabajaba en
los programas LK-1 y LK-700, Cheloméi propuso otro proyecto no menos ambicioso:
una estación espacial militar que pudiese espiar a los Estados Unidos. El
proyecto recibió el nombre en código de Almaz (“diamante”), siguiendo la
tradición de la OKB-52 de nombrar sus proyectos con nombres de piedras
preciosas. A diferencia de los “fantasiosos” planes lunares, Almaz recibió muy
pronto el apoyo incondicional de los militares soviéticos, temerosos de las
capacidades del programa MOL de la Fuerza Aérea norteamericana.
fuente:Eureka.
Estaciones
Espaciales parte 1 / Space Stations part 1
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