Mercurio
Por un lado cientos de grados Celsius debajo de 0º y por el otro
ardiendo a más de 450ºC por la influencia del Sol. Mercurio: El mensajero de
los dioses, es uno de los planetas que ha causado más interés por éste y otros
misterios más que la sonda "The Messenger"
recaudó, así como su alargamiento ecuatorial y su magnetismo y efectos de los
vientos solares en él.
Mercurio es el planeta del
Sistema Solar más próximo al Sol y el más pequeño. Es rocoso como la Tierra,
Marte y Venus, y su núcleo es 77% Hierro. Está lleno de cráteres así como los
de nuestro satélite: La Luna, sin embargo Mercurio no cuenta con satélites.
Al igual que la Luna, Mercurio
parece haber sufrido un período de intenso bombardeo de meteoritos de grandes
dimensiones, hace unos 4000 millones de años. Durante este periodo de formación
de cráteres, Mercurio recibió impactos en toda su superficie, facilitado por la
práctica ausencia de atmósfera, que pudiera desintegrar o frenar multitud de
estas rocas.
Origen de Mercurio
Mercurio se formó a partir de
otros planetesimales que giraban en torno al Sol cuando este recién nacía. Se
estima que Mercurio nació fuera de la órbita de Marte, pero que fue impactado
por un planetesimal de grandes dimensiones, perdiendo sus capas externas y
variando su órbita drásticamente.
Se piensa que la superficie de
Mercurio permanece igual a los primeros días de existencia del Sistema Solar,
sin alterar su fisonomía al menos en los últimos 3.500 años.
La órbita de Mercurio es la más
excéntrica de los planetas menores, con la distancia del planeta al Sol en un
rango entre 46 millones y 70 millones de kilómetros. Tarda 88 días terrestres
en dar una traslación completa. Presenta además una inclinación orbital (con
respecto al plano de la eclíptica) de 7°.
Sabemos que su órbita es
inestable y que probablemente algún día se saldrá de curso y probablemente
chocar con Venus, pudiendo ocasionar un desastre en el Sistema Solar. Pero para
esto hacen falta millones de años, ésto publicado por astrónomos de la
Universidad de París.
Es el planeta que más rápido está
evolucionando en el Sistema Solar, por su cercanía con el Sol. Mercurio es
influenciado por la resonancia que existe entre éste y Júpiter, mismo que
ocasiona que la Tierra se aleje del Sol 1 metro al año.
Los mayas, llamaban a Mercurio: La pequeña
avispa, por su irregular cambio de órbita así como su imprevisibilidad. Se
sentían algo inquietados al respecto por esto mismo.
En Mercurio existe el fenómeno de
los amaneceres dobles, donde el Sol sale, se detiene, se esconde nuevamente
casi exactamente por donde salió y luego vuelve a salir para continuar su
recorrido por el cielo; esto solo ocurre en algunos puntos de la superficie.
La observación de Mercurio es
complicada por su proximidad al Sol, perdido en el resplandor de la estrella
madre durante un período muy grande. Mercurio solo se puede observar por un
corto período durante el crepúsculo de la mañana o de la noche. El Telescopio
Espacial Hubble no puede observar Mercurio del todo, ya que por procedimientos
de seguridad se evita un enfoque tan cercano al Sol.
Si
nos situásemos sobre Mercurio, el Sol nos parecería dos veces y media más
grande. El cielo, sin embargo, lo veríamos siempre negro, porque no tiene
atmósfera que pueda dispersar la luz.
Los
romanos le pusieron el nombre del mensajero de los dioses porque se movía más
rápido que los demás planetas. Da la vuelta al Sol en menos de tres meses. En
cambio, Mercurio gira lentamente sobre su eje, una vez cada 58 días y medio.
Antes lo hacía más rápido, pero la influencia del Sol le ha ido frenando.
A pesar de todo, los astrónomos
creen que en Mercurio hay hielo en ambos polos dejado por cometas en zonas de
oscuridad permanente en cráteres polares profundos.
Los observadores de la Antigua
Grecia llamaron al planeta de dos maneras: Apolo cuando era visible en el cielo
de la mañana y Hermes cuando lo era al anochecer. Sin embargo, los astrónomos
griegos se dieron cuenta que se referían al mismo cuerpo celeste, siendo
Pitágoras el primero en proponer la idea.
La imagen de arriba muestra a
Mercurio con una flecha en una Tormenta Solar. Definitivamente no es posible
que la vida se desarrolle en las condiciones como las de éste pequeño de roca.
Mercurio
- El Universo
Karina -
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