8 de mayo de 2012

Mercurio


Mercurio
Por un lado cientos de grados Celsius debajo de 0º y por el otro ardiendo a más de 450ºC por la influencia del Sol. Mercurio: El mensajero de los dioses, es uno de los planetas que ha causado más interés por éste y otros misterios más que la sonda  "The Messenger" recaudó, así como su alargamiento ecuatorial y su magnetismo y efectos de los vientos solares en él.
Mercurio es el planeta del Sistema Solar más próximo al Sol y el más pequeño. Es rocoso como la Tierra, Marte y Venus, y su núcleo es 77% Hierro. Está lleno de cráteres así como los de nuestro satélite: La Luna, sin embargo Mercurio no cuenta con satélites.
Al igual que la Luna, Mercurio parece haber sufrido un período de intenso bombardeo de meteoritos de grandes dimensiones, hace unos 4000 millones de años. Durante este periodo de formación de cráteres, Mercurio recibió impactos en toda su superficie, facilitado por la práctica ausencia de atmósfera, que pudiera desintegrar o frenar multitud de estas rocas.
Origen de Mercurio
Mercurio se formó a partir de otros planetesimales que giraban en torno al Sol cuando este recién nacía. Se estima que Mercurio nació fuera de la órbita de Marte, pero que fue impactado por un planetesimal de grandes dimensiones, perdiendo sus capas externas y variando su órbita drásticamente.
Se piensa que la superficie de Mercurio permanece igual a los primeros días de existencia del Sistema Solar, sin alterar su fisonomía al menos en los últimos 3.500 años.
La órbita de Mercurio es la más excéntrica de los planetas menores, con la distancia del planeta al Sol en un rango entre 46 millones y 70 millones de kilómetros. Tarda 88 días terrestres en dar una traslación completa. Presenta además una inclinación orbital (con respecto al plano de la eclíptica) de 7°.
Sabemos que su órbita es inestable y que probablemente algún día se saldrá de curso y probablemente chocar con Venus, pudiendo ocasionar un desastre en el Sistema Solar. Pero para esto hacen falta millones de años, ésto publicado por astrónomos de la Universidad de París.
Es el planeta que más rápido está evolucionando en el Sistema Solar, por su cercanía con el Sol. Mercurio es influenciado por la resonancia que existe entre éste y Júpiter, mismo que ocasiona que la Tierra se aleje del Sol 1 metro al año.
 Los mayas, llamaban a Mercurio: La pequeña avispa, por su irregular cambio de órbita así como su imprevisibilidad. Se sentían algo inquietados al respecto por esto mismo.
En Mercurio existe el fenómeno de los amaneceres dobles, donde el Sol sale, se detiene, se esconde nuevamente casi exactamente por donde salió y luego vuelve a salir para continuar su recorrido por el cielo; esto solo ocurre en algunos puntos de la superficie.
La observación de Mercurio es complicada por su proximidad al Sol, perdido en el resplandor de la estrella madre durante un período muy grande. Mercurio solo se puede observar por un corto período durante el crepúsculo de la mañana o de la noche. El Telescopio Espacial Hubble no puede observar Mercurio del todo, ya que por procedimientos de seguridad se evita un enfoque tan cercano al Sol.
Si nos situásemos sobre Mercurio, el Sol nos parecería dos veces y media más grande. El cielo, sin embargo, lo veríamos siempre negro, porque no tiene atmósfera que pueda dispersar la luz.
Los romanos le pusieron el nombre del mensajero de los dioses porque se movía más rápido que los demás planetas. Da la vuelta al Sol en menos de tres meses. En cambio, Mercurio gira lentamente sobre su eje, una vez cada 58 días y medio. Antes lo hacía más rápido, pero la influencia del Sol le ha ido frenando.
A pesar de todo, los astrónomos creen que en Mercurio hay hielo en ambos polos dejado por cometas en zonas de oscuridad permanente en cráteres polares profundos.
 Las primeras menciones sobre Mercurio datan del milenio tres antes de Jesucristo por los sumerios. Los babilonios (2000-500 A.C.) hicieron igualmente nuevas observaciones sobre el planeta, denominándolo como Nabu o Nebu, el mensajero de los dioses en su mitología.
Los observadores de la Antigua Grecia llamaron al planeta de dos maneras: Apolo cuando era visible en el cielo de la mañana y Hermes cuando lo era al anochecer. Sin embargo, los astrónomos griegos se dieron cuenta que se referían al mismo cuerpo celeste, siendo Pitágoras el primero en proponer la idea.
La imagen de arriba muestra a Mercurio con una flecha en una Tormenta Solar. Definitivamente no es posible que la vida se desarrolle en las condiciones como las de éste pequeño de roca.

                                         Mercurio - El Universo

                                                    Karina - A Quien






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